basta, por favor.

La impotencia de tener que escuchar siempre lo mismo, de fascistas, incapaces de comprender, la incapacidad de poder visualizar alguna otra realidad profundizando los factores, los errores , nuestras culpas. La impotencia de llorar, de vivir entre mentiras en una vida de agasajos y de lujos, de porquerías, de vacío, negligencia, ignorancia, aplaudiendo el hambre, la soledad, contemplando con creciente hipocresía la tristeza y la pobreza de ojos necesitados mendigando una pizca de ternura hacia los ojos mas oscuros, vendados y cegados, de mierda, pura mierda.